lunes, 14 de diciembre de 2015

Estimada reemplazante.

Estimada reemplazante:

Ahora que eres el objeto de su afecto, hay un par de cosas que creo que deberías saber.
No te sorprendas de lo rápido que vas a enamorarte de él, y no luches para evitarlo. Él no te hará daño. No dejes que mi perfil de Facebook te intimide. Tiene muchas fotos conmigo, y aunque me duela admitirlo, esas fotos son parte del pasado. Además, él ya ha borrado la gran mayoría.
Puede que él no te hable de mí. De echo, no le contó a sus amigos sobre el final de nuestra relación. Fue una linda historia de amor, pero es parte del pasado. Ahora tú eres su futuro.
No nos conocemos, pero estoy segura de que no te caigo bien. Debo confesar que sentí algo de rencor hacia ti cuando supe lo que estaba pasando, pero la verdad es que tenemos algo maravilloso en común que nos une, aunque no queramos.
No le enviaré mensajes de texto ni pondré “me gusta” en las cosas que comente o publique. No puedo contarte cada secreto sobre él, porque hay cosas que sólo el tiempo te hará entender. Pero créeme que hay razones de peso por las que él no dice lo que quieres que diga, y por las que no hace lo quieres que haga.
Cuando averigües cuál es su película favorita, tendrás que sentarte con él a verla. Para mí fue imposible hacerlo sin quedarme dormida. Vas a darte cuenta de lo mucho que le gusta ver películas. De hecho, puede que le guste más que salir. También le gustan los videojuegos, aprenderás a amarlos -o simplemente tolerarlos-.
Cuando se enamore de ti, no te asustes cuando lo veas llorar. Esa es la reacción que provocan ese tipo de emociones en él. Cuando se enamore de ti, inevitablemente vas a dormir mejor. Y cuando llueva, el simple hecho de sentir su piel te hará sentir protegida. Cuando eso ocurra vas a esperar de forma casi ansiosa hasta el más pequeño de los gestos. Incluso el simple hecho de caminar juntos, porque cada vez que te toque, vas a sentir que tus mejillas se enrojecen.
No te sientas molesta si te sientes que eres la única que discute. Él es así. Tratará de evitar cualquier tipo de conflicto. Tampoco le gusta publicar sus relaciones ni sus sentimientos, así que no esperes que lo haga. Confórmate con saber que te ama. Puede que no piense en ti en todo momento, pero lo hará bastante seguido.
Sus sueños y anhelos son más grandes de lo que su confianza le permite creer, así que parte de tu trabajo es recordarle día a día lo inteligente que es. Repítele que es capaz de hacer lo que se proponga.Puede que no te crea, pero no dejes de decirlo.
Te hará ver el mundo desde otra perspectiva. Comenzarás a cuestionarte cosas que nunca antes habías pensado. Aprenderás que si haces algo que a él no le gusta, levantará una ceja y te mirará sin pestañear.
No dejes que nada de esto te asuste y ámalo como se merece. Te contará sobre su pasado y sus errores, así que es tu trabajo tomarlo de la mano y decirle que no vas a juzgarlo.
Él es mejor persona hoy en día debido a esos errores. Si llegó hasta ti es porque sus relaciones pasadas fracasaron. Espero que lo ames como se merece, y espero que él te ame tanto como yo sentí que me amó a mí. Espero que él logre ser honesto contigo de la forma en que nunca logró serlo conmigo. Y sobre todo, espero que te entregue la vida de cuento de hadas que alguna vez pensé que podía tocarme a mí.
Importante: Recuerda que no tengo nada en contra tuyo, pero para ser honesta, estoy un poco celosa de ti. Con el tiempo he logrado aceptar lo que pasó. Además, estoy contenta de que alguien más pueda experimentar la felicidad que yo viví.
Espero que algún día nos podamos conocer, de verdad. Como dije antes, tenemos una conexión que no muchas personas tienen, y estoy segura de que eres una gran persona. Estoy segura porque sé que él es capaz de ver cómo es una mujer realmente, antes de enamorarse de su apariencia.
Sólo quiero pedirte una cosa: no le hagas sufrir de la forma en que él me hizo sufrir a mí. Creo en el poder del karma. Estoy convencida de que la gente recibe lo que da, pero no le deseo esa tristeza a nadie. Ni siquiera a él. Estás saliendo con el hombre de tus sueños, y estoy siendo realmente sincera cuando digo que espero que todo funcione bien entre vosotros dos.
Con cariño,
La otra chica

miércoles, 2 de diciembre de 2015

El dia que acepte que simplemente no eras para mi.

Primero que nada, quiero que sepas que el darme cuenta que quererte no era suficiente no fue para nada fácil. Siempre se nos ha enseñado que el amor es más fuerte que cualquier otra cosa. Nos lo dicen las películas, los libros, los cuentos de hadas. Incluso yo era de las personas que creían que el amor lo podía todo. Pero me dí cuenta que no, y aunque parezca un poco duro de mi parte, en nuestro caso el amor no fue suficiente. No bastó con sentir que el corazón me latía tan fuerte que casi se salía cuando tus brazos me rodeaban, ni tampoco lo fue pensar que, al fin, había encontrado a la persona con la que pasaría el resto de mi vida.
Yo quería seguir a tu lado, despertar contigo en las mañanas, que me tomaras la mano al salir de casa; quería seguirte deseando ‘buenas noches’ antes de que apagaras la luz, incluso si ibas a dormir justo a lado mío. Y, aunque suene extraño, también quería otras cosas que no eran tan buenas como seguir ignorando ese vacío en tu mirada o la forma en que mirabas a otras chicas cuando íbamos por la calle.
Me negué a preguntarte cosas que sabía, porque no quería escuchar tus respuestas a preguntas como qué tan sería era nuestra relación, si acaso teníamos un tipo de exclusividad o, peor aún, si lo que sentías por mí era amor verdadero. Ese fue uno de los peores errores que cometí, porque dentro de mí algo me decía que debía salir de allí.
El amor no siempre es sencillo. Pero hoy sé que lo que sentía por ti no era amor, o al menos no era amor verdadero. Y no te ofendas por favor. He comprendido que el amor nunca quita, al contrario, el amor siempre da y sin pedir nada a cambio.
Han pasado los años y he madurado. Fue inevitable que tú te quedaras atrás. Pero no siempre todo fue tan sencillo como lo es ahora ni siempre fui la persona que soy ahora. Hubo meses difíciles en los que me sentía perdida, en los que me ahogaba y desaparecía entre mi propia angustia y los pensamientos que tanto me aterraban. Sabía que un día te irías lejos y no tenía idea de cómo controlar el miedo que sentía de perderte.